Resumen ejecutivo
El mundo en el que vivimos está cada vez más urbanizado; el 54 % de la población mundial vive ahora en un entorno urbano (UN Habitat, 2016). El sector humanitario en la actualidad no está preparado para hacer frente a las realidades de los contextos urbanos, ya que se ha desarrollado para responder a las crisis en las zonas rurales y en los campamentos de refugiados. A pesar de que las organizaciones adaptan sus enfoques y desarrollan herramientas y pilotos, subsisten vacíos esenciales. Los actores humanitarios reconocen cada vez más los sistemas y las partes interesadas que existen en las zonas urbanas, pero no hay una comprensión clara y común de lo que son los "sistemas urbanos" o lo que los actores humanitarios realmente necesitan saber.
Las áreas urbanas vienen en muchas formas y tamaños. No hay una sola definición establecida, aunque en términos generales contienen una alta densidad de población, concentración de estructuras administrativas, servicios e infraestructura, dependen de una economía basada en dinero en efectivo, tienen una área edificada significativa y una gama de oportunidades de subsistencia, experimentan presiones sociales complejas y tienen algunas fronteras administrativas definidas. Las áreas urbanas están, por su naturaleza, interconectadas entre sí y con los entornos rurales. Su densidad, diversidad y dinámica plantean desafíos para aquellos que buscan entender o trabajar dentro de ellas.
Es importante que los actores humanitarios entiendan los contextos urbanos, para garantizar que una respuesta no esté desconectada, ni lleve a impactos negativos o exacerbe las tensiones. La comprensión significará también que no se pierda información crucial y que los actores locales no se vean perjudicados.
Dando un paso atrás para entender a los entornos urbanos es un primer paso importante, que puede conducir a cambios prácticos en la política y la práctica. Un buen análisis contextual es importante en todas las respuestas humanitarias. Sin embargo, en este momento los contextos urbanos son particularmente mal entendidos, y hay una necesidad crítica de mejora.
Una forma de mejorar la comprensión de la complejidad de los contextos urbanos es mediante el uso del pensamiento sistémico.Un enfoque sistémico se centra en los vínculos, las interconexiones y las interrelaciones entre las diferentes partes de un sistema. El sistema urbano incluye la economía y los medios de subsistencia, la política y la gobernanza, la sociedad y la cultura, la infraestructura y los servicios, y finalmente el espacio y los asentamientos.
Estos aspectos del contexto urbano están todos interconectados y son dinámicos y cambiantes.