INTRODUCCIÓN
IGUALDAD DE GÉNERO EN LA ACCIÓN HUMANITARIA
El conflicto armado y los desastres naturales han tenido impactos profundamente diferentes en mujeres, niñas, niños, hombres, niños de corta edad, adolescentes, personas mayores y población LGTBI. Todos ellos afrontan riesgos diferentes y por lo tanto han sido afectados y victimizados de manera distinta.
Las crisis en el país han afectado de manera desproporcionada a las mujeres y niñas quiénes han sido más vulnerables a situaciones de discriminación por género y riesgos de violencia sexual y basadas en género. Entre 2014 y agosto de 2016, según datos de la UARIV, el 52 por ciento de las personas desplazadas son mujeres y niñas. En el mismo periodo la UARIV ha reportado 1.156 casos de delito sexual en el marco del conflicto armado, que en su gran mayoría son mujeres y niñas, cifra que representa solo un porcentaje de la problemática debido al alto subregistro del país. La violencia basada en género en todas sus formas representa un problema serio de salud pública y de derechos humanos.
La interseccionalidad entre variables como edad, estado civil, pertenencia étnica, género y discapacidad incrementan la vulnerabilidad frente a situaciones de discriminación y violencia. Las crisis humanitarias aumentan de manera significativa estos niveles de vulnerabilidad, que deben ser consideradas debidamente.
La inclusión del enfoque de género y la promoción de la igualdad de género deben de ser prioridad en todo el ciclo de preparación y respuesta humanitaria para garantizar la protección y el empoderamiento de las mujeres y niñas, y promover así una relación igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres.
Este documento tiene como objetivo promover acciones positivas en la inclusión del enfoque de género en programas de respuesta humanitaria en diversos sectores como agricultura, agua y saneamiento, protección y recuperación de medios de vida, entre otros. La igualdad de género es un eje transversal en todo nuestro accionar humanitario sin importar el sector, es una responsabilidad compartida. Las intervenciones que se presentan en este documento no han tenido una investigación rigurosa sino más bien reflejan prácticas que prometen ser positivas en su accionar.